Las condiciones megapolíticas actuales permiten y van a permitir cada vez más que los inversores avezados y los emprendedores sean los que tengan el control del capital en lugar de los estados, entre otras cosas porque es más fácil añadir conocimiento a los productos.

Imaginemos por ejemplo las criptomonedas o el criptodinero en un sistema de blockchain descentralizado, o la posibilidad de elegir el mejor lugar y la mejor fiscalidad para un negocio que va a poder realizarse con herramientas digitales.
Podrás elegir el país más conveniente para tu negocio y tenerlo operativo incluso en 24h (por ejemplo en Las Bahamas), tu cibercuenta estará en un ciberbanco domiciliado en cinco países diferentes simultáneamente (por ej. Cayman, Uruguay, Argentina, Liechtenstein…) y así, si alguna jurisdicción o Estado amenaza tus activos, éstos se podrán transferir automáticamente a otro de esos estados en los que los tenías domiciliados. Y ello sucederá pese a los intentos de los Estados de mantener su poder frenando las criptomonedas, el criptodinero, la encriptación y todo lo que le suponga una amenaza a su dominio. Porque internet y la nueva economía permiten no depender de lo local para generar ingresos, y a veces, respirar aire puro o bañarse en la playa en cualquier lugar del mundo mientras trabajas es una gran opción.
Tenemos como ejemplo los casos de los influencers mudados a Andorra o de futbolistas como Messi, Mascherano, CR7, que o bien han sido investigados por Hacienda o bien se les ha reprochado que se vayan a otros lugares fiscalmente más atractivos para ellos y abandonen España.
La cuestión sería ¿por qué se van?. La respuesta parece evidente, porque la fiscalidad en el lugar al que se mudan es mejor para ellos y porque el tipo de trabajo que realizan les permite realizarlo en otros lugares. No están atados a ningún lugar. Con la actual tecnología y los nuevos trabajos muchos profesionales pueden moverse a otro lugar o país a realizar el mismo en idénticas condiciones, y así habrá una tendencia a captar las actividades de mayor valor añadido a nivel global por parte de los diferentes Estados o naciones.
¿Se les debería retener a estos profesionales que se mudan? Indudablemente sí, si nuestras leyes o nuestra fiscalidad no pueden competir con la de otros lugares sería interesante renovar el modelo existente hacia uno que evite que esos grandes capitales o generadores de rendimiento se vayan a otros lugares porque en el momento que lo hacen España deja de obtener ingresos de su actividad por pequeños o grandes que sean y deja de obtener el valor añadido que su actividad genera.