Edificios/Inmuebles y su impacto en la salud

Pasamos más del 90% del tiempo en espacios cerrados (la casa, oficina, gimnasio…), por lo que, los espacios en los que vivimos, trabajamos, nos ejercitamos o descansamos impactan en gran medida en nuestra salud, bienestar y productividad.

Elementos como la calidad del aire interior o la presencia de materiales perjudiciales para la salud como el amianto tienen una incidencia enorme en nuestra salud a diario. Si cabe, la pandemia covid19 ha puesto de relieve la importancia de la calidad del aire interior.

Ahora hay una tendencia global a la sostenibilidad de las edificaciones, lo cual no se reduce sólo a tener en cuenta elementos ambientales en su construcción o reforma sino que además se refiere a que repercuta en una mejor salud de sus ocupantes.

Podemos y debemos cambiar el chip y empezar a crear un espacio no sólo sostenible sino “saludable” en el que vivir, trabajar, ejercitarnos o descansar.

Edficios e inmuebles

Para ello se puede trabajar sobre diversos parámetros:

Parámetros del Edificio o Inmueble

a) Sustitución de materiales nocivos por Materiales saludables

Los inmuebles, bien sea la casa, la oficina en que trabajamos u otro inmueble están compuestos por diversos materiales de construcción. Sin embargo, en muchas ocasiones éstos materiales son peligrosos, contaminantes y  afectan a la salud como por ejemplo el plomo, amianto o mercurio. La composición química de los materiales de construcción del inmueble tiene impacto potencial en la calidad del aire interior y en nuestra salud.

Pero no acaba ahí ya que los propios productos de limpieza, los residuos pueden aportar elementos contaminantes y nocivos para la salud. Se trata de reducir la exposición de las personas a los componentes contaminantes de los materiales.

Podemos sustituir éstos materiales y sustancias nocivas por otros sostenibles y con impacto positivo en la salud.

b) Iluminación

La integración de la luz, natural y artificial, centradas en la salud humana, puede contribuir a diseñar entornos más saludables y productivos.

Mediante la regulación de la luz podemos maximizar el confort y calidad visual sobre todo al trabajar, leer o estudiar; podemos sincronizar el ritmo circadiano, sí, los seres humanos y los animales tienen un reloj interno que sincroniza las funciones fisiológicas en un ciclo de aproximadamente 24 horas llamado ritmo circadiano, vital para dormir bien (por ejemplo altos niveles de iluminación durante la noche, incluida la luz azul de las pantallas pueden contribuir a la interrupción del ritmo circadiano.); y manejar el impacto de la luz en lo emocional ya que los estudios han demostrado que la exposición a la luz tiene un impacto en el estado de ánimo y reduce los síntomas de estrés y depresión en las personas.

c) Aire

De sobra son conocidos los problemas de salud que genera el arie contaminadod de nuestras calles. Pero el de nuestras casas no difiere del mismo, es más, incluso puede que estemos utilizando algunos productos o elementos que lo empeore.

Las personas pasamos aproximadamente el 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados: en hogares, oficinas, escuelas u otros entornos construidos. Durante este tiempo, la exposición por inhalación a los contaminantes del aire interior puede llevar a una variedad de problemas de salud. Respiramos más de 15,000 litros de aire cada día. Los efectos en la salud asociados con la exposición a contaminantes del aire interior pueden ser a corto y largo plazo y pueden variar.

Debemos por tanto mejorar la calidad del aire que se respira en el interior minimizando el impacto sobre la salud de los contaminantes en el aire interior través de diversas estrategias de ventilación natural o con equipos mecánicos, filtración y purificación, prohibición de fumar etc..

d) Agua

Un 60% de nuestro cuerpo está formado de agua. Un correcto nivel de hidratación en nuestro cuerpo repercute directamente en nuestras funciones cognitivas, la concentración y la agilidad mental y además ayuda a perder peso. Hay una estrecha relación entre una correcta hidratación y la energía y productividad.

Muchas personas no se hidratan adecuadamente, lo que se asocia con tasas más altas de obesidad, fatiga, falta de energía y productividad. No se hidratan adecuadamente porque perciben que la calidad del agua potable no es adecuada, o por no tener agua disponible cercana por ello suelen consumir menos agua e incluso consumen más bebidas azucaradas.

El objetivo es mantener una adecuada y constante hidratación y para ello es importante tener presente que debemos tener acceso y beber agua de calidad regularmente y que nuestro nivel hídrico corporal sea el óptimo. 

e) Confort Térmico

Las condiciones de confort térmico deben crear una satisfacción de referencia para el mayor número de personas lo que aumenta el confort y la productividad considerando la dificultad de que la temperatura se adopte a todas las personas.

El 20% de la demanda total de energía es de las viviendas y de ello a su vez el 40% procede de la calefacción/climatización. La alternativa sostenible pasa a su vez por reducir el impacto ambiental y lograr una mayor eficiencia energética.

Para actuar sobre ello se puede actuar sobre el Aislamiento térmico y la hermeticidad del inmueble (aislamientos, puentes térmicos, puertas y ventanas de altas prestaciones, hermeticidad…) y sobre los sistemas de ventilación o climatización (rendimiento, zonificación, monitorización…):

f) Sonido (ruido)

La exposición a fuentes de ruido, como el tráfico, el transporte o fuentes industriales perjudica la salud y el bienestar de las personas y se ha relacionado con la alteración del sueño, la hipertensión y problemas de aprendizaje en niños en edad escolar.

El objetivo es mejorar el confort mediante el control de parámetros acústicos y un correcto aislamiento: intrusión de ruido del exterior, privacidad en los espacios y tiempo de reverberación.

Parámetros de las personas en los inmuebles

a) Salud y Actividad física

La actividad física, o más bien, la inactividad, se ha convertido en el foco principal de la salud pública debido al aumento de la mortalidad prematura y las enfermedades crónicas atribuidas a la inactividad física, incluida la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, la depresión, los accidentes cerebrovasculares, la demencia y algunas formas de cáncer.

Se debe promover la vida activa, la actividad física diaria a través del diseño específico del entorno y el espacio (espacios específicos de deporte/mini gym, etc), organización y programación y promoción de medios de transporte activos (ej. Bicicleta), el uso de escaleras y el uso de equipos de fitness.

b) Nutrición y Salud

La nutrición y la salud están estrechamente relacionadas. La mala alimentación es un factor de riesgo para numerosas enfermedades crónicas prevenibles.

Debemos promover una alimentación y nutrición saludable mediante el diseño de espacios, la formación, requiere la disponibilidad de comida y bebida saludable, la transparencia e información nutricional, la restricción de ingredientes artificiales, el aumento productos orgánicos y fomenta la creación de entornos en los que la elección más saludable es la opción más fácil (por ejemplo en comedores de empresa o escolares).

c) Salud mental-emocional

La salud mental es un componente fundamental de la salud humana y es vital para el bienestar físico y social de las personas. Muchos problemas vienen de temas sociales como la anorexia, la ansiedad, el miedo.

Debemos optimizar la salud mental a través de políticas de uso de espacios, a través del diseño biofílico y restaurativo de edificios (emula la naturaleza y se integra), contacto con la naturaleza, fomento de relaciones sociales (juegos, espacios sociales, actividades, etc), programas para combatir el estrés, gestión de emociones, fortaleza mental y resiliencia. Promover la sensación de bienestar favorece la inclusión, relajación y sensación de seguridad.

Salud y virus-pandemia

Todos los edificios e inmuebles y sus ocupantes o usuarios deben adaptarse a la nueva normalidad post pandemia, es un nuevo estilo de vida. Lo vamos a hacer a través de 3 puntos:

  • Mejora Indoor y materiales higiénicos: control del aire, agua, protocolos sanitarios… Empleo de Materiales higiénicos antivirus y antibacterianos.
  • Conducta responsable: lavado de manos, distancia, uso de mascarilla y EPIs…
  • Incrementar la confianza de ocupantes: plan de reacción o emergencia ante pandemia o virus, plan de comunicación, soporte a familias, cobertura de bajas, teletrabajo, etc.

Conclusiones

Está en nuestras manos adaptar los espacios en los que vivimos, trabajamos, nos ejercitamos o descansamos por el bien de nuestra salud que es una de las cosas más sagradas que tenemos como seres humanos.


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